Parte de la esencia de Los Tres la explica su carácter provinciano, en el sentido de saltarse las convenciones capitalinas de lo que hasta entonces se entendía por una “carrera” en la música. El grupo nació en Concepción, a partir de la amistad que unía desde la adolescencia a Álvaro Henríquez Petinelli (guitarra, voz), Roberto Titae Lindl Romero (bajo) y Francisco Molina Cornejo (batería); tres compañeros del colegio Charles de Gaulle. Su interés por la música fue siempre más profundo que el del promedio de jóvenes de su edad, y lo encauzaron desde muy temprano en bandas informales, como los Dick Stones (tambien con Gilles Marie, Rodolfo Lindl y Fernando Saavedra) y Los Escalímetros (con Henríquez, Titae y el baterista Andrés Valdovinos); inspiradas ambas en el rocanrol más temprano. Hacia 1984, Henríquez y Lindl se reformularon bajo el nombre Los Ilegales, esta vez con Jorge Yogui Alvarado en la guitarra (futuro líder de Emociones Clandestinas). Tras ires y venires, la sociedad definitiva de los tres compañeros de colegio se afianzó cuando Lindl regresó de un año y medio de estudios musicales en Austria (donde llegó a trabajar con la Orquesta Sinfónica de Salzburgo y a formar su primer trío de jazz). Así, en marzo de 1987, Álvaro, Titae y Pancho se comprometieron a un trabajo profesional; y se bautizaron Los Tres, poco antes de un concierto en el gimnasio Lord Cochrane, de Concepción.
Sus primeros pasos musicales en Santiago (debutaron en 1987, en el Centro Cultural Mapocho) fueron más bien un “reconocimiento de terreno” pues los músicos no se concentraron sólo en la banda, sino que también en derroteros profesionales individuales. Roberto Lindl se integró un tiempo como contrabajista de la Orquesta Sinfónica Juvenil, y Álvaro Henríquez estrechó lazos con círculos de teatro (a través de los cuales llegó a participar del histórico montaje de Andrés Pérez para La Negra Ester). Uno de sus primeros encargos en conjunto fue el de musicalizar la obra Y Warhol (1988), de la compañía Teatro Provisorio, para la cual concibieron un set inspirado en lo que ese pintor pop había trabajado en Nueva York con los Velvet Underground.
El impulso definitivo para el trío vino con la incorporación del guitarrista Ángel Parra, un músico con una dilatada preparación instrumental (con estudios en París y California) y excepcionales vínculos creativos a través de su familia (es nieto de Violeta Parra; y su padre, hermana, y varios tíos y primos han destacado en la música), que hasta entonces había trabajado en el circuito jazz. “Sabíamos que había ene puntos de encuentro. El suyo es un estilo que habla por sí solo. Solos como el de ‘Un amor violento’ son cosas que ya teníamos integradas, pero que el Ángel sabía hacer mejor”, explicaron más tarde. Con un nuevo guitarrista a bordo, ya no había excusas para la intermitencia. Aunque el nombre ya no era matemáticamente certero, Los Tres se ajustaron a partir de entonces como un grupo de grandes objetivos.
La cotización del rock chileno apuntaba entonces a la baja, y las pocas bandas en funcionamiento (Parkinson, Anachena, La Ley) mantenían todavía un cierto carácter underground. Los malos recuerdos del fin del llamado “boom pop” de los años 80 hacían que ningún rockero local se atreviera a considerar la música como una profesión en serio. De hecho, el primer disco de Los Tres —presentado oficialmente el 4 de septiembre de 1991, en el restaurante “Le Trianon”— tomó un tiempo largo en ser tomado en cuenta por los medios, y eran los campus universitarios y uno que otro pub los únicos lugares en los que la banda podía mostrar su música. Muchos de los temas del álbum eran composiciones trabajadas por los penquistas durante su adolescencia, y que ya afirmaban el eje creativo que predominaría en adelante: Henríquez y Lindl en los créditos de composición musical, y Álvaro como único letrista. La delicadeza en la fusión de rocanrol, jazz y pop contenida en ese disco no podía mantenerse como un secreto por demasiado tiempo más. Primero el comentario de boca en boca, y luego el apoyo sistemático de la naciente radio Rock & Pop —que ubicó antes que ninguna otra el tema “La primera vez” en su parrilla regular— fue convirtiendo a Los Tres en un nombre popular. La difusión de “Somos tontos, no pesados”, “He barrido el sol” y, sobre todo, “Un amor violento” puso al grupo en el camino definitivo del éxito.
Pasaron de Alerce a Sony Music, y publicaron entonces su primer disco con presupuesto profesional. Para Se remata el siglo (1993) Los Tres contaron con un productor extranjero (el argentino Mario Breuer) y hasta un asesor de imagen. El lanzamiento del álbum, en la discoteque “Oz”, tuvo carácter de acontecimiento social. Más rudos que los de su debut —llegaron a citar a AC/DC como una de sus influencias de entonces—, los temas “No sabes que desperdicio tengo en el alma” o “Feliz de perder” sonaban como los de ningún otro grupo entonces en el país. Aunque fue el disco que facilitó el paso de Los Tres a un estatus masivo, los integrantes de la banda dirían más tarde que nunca quedaron conformes con la producción de Breuer: “Se nos hizo muy raro trabajar con un tipo que pretendía lograr una media entre nosotros y La Ley”.
Los Tres lograron cada vez mejores discos en la medida que fueron tomando el control completo de su música. La espada y la pared (1995) fue el resultado de un enfoque más seguro, en el cual la banda aseguró un sonido emancipado al fin del de sus inspiradores. Aunque el disco contenía canciones que serían cumbres de su repertorio (“Déjate caer”, “Tirate”, “Te desheredo”), eligieron presentarlo con un tema ajeno, y no podrían haber ideado mejor estrategia. “Tu cariño se me va” era una vieja canción de Buddy Richard, que la banda volvió a grabar con énfasis rockero y el propio autor (ausente hacía años de los medios) compartiendo micrófono con Henríquez. El experimento funcionó maravillosamente.
El single no salió de las parrillas radiales por varios meses, pero además ayudó a que Los Tres cruzaran desde su inicial seguimiento juvenil hacia el favoritismo de un público amplio. Además, instalaba de modo contundente su filosofía de trabajo musical como parte de una tradición que agitaba el presente sin dejar de mirar al pasado. La suya era una aproximación chilena al rock, que se atrevía a ubicar en un mismo lugar de reverencia a los Beatles, Buddy Richard, Elvis Presley, Violeta Parra y The Smiths.
El 14 de septiembre de 1995, Los Tres se convirtieron en el primer grupo chileno invitado a la fiesta desenchufada que desde hace unos años venía animando la cadena de videomúsica MTV. La banda viajó a Miami y grabó su participación con la colaboración de Cuti Aste y el guitarrista Antonio Restucci, combinando en ella un repertorio de grandes éxitos, un tema nuevo (”Traje desastre”) y tres títulos de tributo a Roberto Parra, quien había fallecido hacía unos meses y a cuya memoria estuvo dedicada la presentación.
El disco correspondiente al show (Los Tres Unplugged, 1996) se convirtió en un fenómeno de ventas que desafió cualquier teoría de marketing que hasta entonces se manejara en la industria musical local (110 mil copias sólo ese año, incluso más que la antología doble Ni por la razón, ni por la fuerza, que por entonces publicaron Los Prisioneros).Nadie podía prever que la canción más exitosa del año sería un viejo foxtrot, adaptado hacía décadas por Roberto Parra bajo el título “¿Quién es la que viene allí?”, y que Los Tres habían interpretado en Miami con insuperable gracia. Como muchas otras veces, de su éxito Henríquez dio en el clavo con una observación sintética: “La cantaron hasta los pacos”. En febrero de ese año, el grupo había debutado en el Festival de Viña del Mar, rindiendo homenaje a su amistad escolar con uniformes del Charles de Gaulle sobre el escenario.
Es imposible cuantificar la influencia de Roberto Parra sobre Álvaro Henríquez, pero resulta innegable que muchas de las decisiones del joven músico estuvieron determinadas por la relación que ambos mantuvieron luego de conocerse en su trabajo para La Negra Ester. Para Los Tres, la cueca chilena pasó a ser un género mayor, el cual buscaron abordar de acuerdo a un enfoque moderno y respetuoso. De ahí nació la tradición de fiestas dieciocheras que el grupo inaguró en 1996 bajo el nombre “La Yein Fonda”, y que por primera vez unió a cuequeros, cumbiancheros y rockeros sobre un mismo escenario; introduciendo nombres como el de Rafael Rabanito Berríos, Pepe Fuentes, Ester Zamora y Rafael Traslaviña entre un público sin ningún vínculo con la bohemia.
Del mismo modo cabe analizar su serie de presentaciones en la sala SCD de Santiago junto a Roberto Parra, en junio de 1994 (plasmadas más tarde en el disco Peineta) y las tres versiones del megaconcierto “Hecho en Chile”, que los unió por primera vez a Los Jaivas e Illapu (Estadio Nacional, 1997). Para entonces, ya no tenía sentido seguir analizando a Los Tres como un grupo puramente “juvenil”. Su amplitud de referentes y el rigor interpretativo de sus integrantes los había ido convirtiendo en la banda emblemática de aquella teoría que sostiene que sólo hay dos tipos de música: la buena y la mala.
El de Los Tres Unplugged (1996) fue un éxito avasallador, que de algún modo terminó por incomodar al cuarteto. “Para cualquier grupo, yo creo que es descolocante llegar a ese nivel de exposición. Ese rollo de recuperadores de la cultura era… te levantabas en la mañana y como que te sentías cargando el peso”, dijo más tarde Henríquez. Eso explicó en parte la profundidad de Fome (1998), un disco de fiera electricidad y versos incómodos sobre fama, muertes violentas y hastío (”Me arrendé” y “Toco fondo” eran dos títulos elocuentes).Fue un trabajo registrado en la localidad de Woodstock, cerca de Nueva York, y a cuyo exigente sonido se le culpó de hacer caer las ventas del grupo. Más que recelado, Fome pareció ser un disco inicialmente incomprendido, y al que los fans fueron valorando con sucesivas pasadas. El álbum se publicó excepcionalmente en cuatro formatos: además de CD y cassette, un tiraje limitado de CDs de lujo y vinilos. Poco mas tarde, apareció una caja que integraba los cuatro primeros álbumes de estudio (con una versión remezclada de Se remata el siglo).
Los esfuerzos del grupo por reproducir su éxito en el mercado mexicano desgastaron poco a poco sus relaciones internas. La música de Los Tres no era el pop universal de La Ley, y su tipo de rock exigía más explicaciones, más entrevistas, más visitas a radios y más presentaciones televisivas de las que el grupo estaba dispuesto a hacer. En sucesivos viajes a partir del año 1995, Los Tres ofrecieron presentaciones en locales de capacidad moderada y uno que otro encuentro masivo (como la Feria del Libro de Guadalajara, en 1999). Si bien todos sus discos se publicaron en ese mercado, la banda nunca pareció completamente convencida con el precio a pagar por una fama continental, como la que por entonces perseguía La Ley: “Jamás nos mudaríamos a México. No se nos pasa por la cabeza darle filo a Chile porque sea un país muy chico”, afirmaron. El grupo tuvo un reconocimiento póstumo, cuando los exitosos Café Tacuba eligieron seis de sus canciones para publicar el único disco de “tributo” en su discografía, Vale callampa (2002).
Fue Álvaro Henríquez quien decidió la separación del grupo, acordada en conjunto, y anunciada el 4 de abril del 2000 a través de un comunicado de prensa que prefirió hablar de un “receso indefinido”. No había aparentes peleas ni crisis, sino la necesidad de sus integrantes por darse un tiempo lejos de la exigente dinámica que les había impuesto la creciente presión por resultados comerciales. “Lo merecemos. No ha habido año en que no hiciéramos algo importante. Ese desgaste se nota y hay que asumirlo”, explicaron. Para presentar La sangre en el cuerpo habían elegido un single de poca fuerza (”No me falles”), y a la primera escucha se hizo evidente que se trataba de un disco demasiado delicado como para conquistar audiencias masivas. El álbum se había grabado en Nueva York, con participaciones especiales de Roberto Márquez (Illapu) y la mexicana Julieta Venegas. El cuidado puesto en las armonías y la precisión en los versos de Henríquez levantó probablemente el mejor disco de su carrera y, pese a los lamentos de hasta Los Jaivas por su decisión, una estupenda manera de cerrar el trabajo de la banda.
Los Tres organizaron una gira nacional de conciertos de despedida, que culminó el 19 de mayo, en Concepción. Para entonces ya era parte estable del grupo el tecladista Camilo Salinas, quien le aportó una atractiva fuerza seudosicodélica a esas últimas presentaciones (y quien luego siguió a Henríquez a Pettinellis). Su decisión por registrar su historia en un libro junto al cronista argentino Enrique Symns probó ser una de sus decisiones más desafortunadas, y terminó con la banda desautorizando a quien ellos mismos habían elegido como colaborador. De todos modos, hacia fines del 2001 apareció Los Tres. La última canción para agitar un rato el comidillo nacional con revelaciones bastante más íntimas que las que necesitaban los fans.
El legado audiovisual fue el disco en vivo Freno de mano y el DVD Vermouth & Noche, con parte del registro de sus últimos conciertos. Para entonces, el país ya se había hecho la idea de que lo de “receso indefinido” tenía más que ver con una separación, y que a Los Tres habría que buscarlos en adelante en proyectos independientes entre sí. Porque continuó de algún modo con su línea rockera, el más llamativo fue Pettinellis, el grupo que Álvaro Henríquez mantuvo entre el 2001 y el 2004. Ángel Parra y Roberto Lindl han desarrollado una interesante fusión de géneros populares en Ángel Parra Trío, mientras que Francisco Molina es el más apegado al jazz a través de Los Titulares. A excepción de este último, los músicos se fueron reuniendo informalmente en algunas presentaciones en vivo, si bien era Henríquez quien solía mantener el recuerdo fresco con la introducción de parte del repertorio de la banda en sus presentaciones como solista.
La nostalgia fraguó en lo que en marzo del 2006 se anunció como una “reunión de Los Tres”, que venía gestándose ya desde fines del 2005, aunque sin Francisco Molina (llegó en su reemplazo Manuel Basualto como “invitado estable”). Se confirmó entonces el inicio de la grabación de un nuevo álbum,Hágalo usted mismo, con grabación en Nueva York, y nuevamente con Joe Blaney como productor.
Los Tres ofrecieron su primera presentación en vivo luego de la noticia de su reunión no en Chile, sino en el D.F. mexicano, cuando el 14 de mayo cerraron el festival “Vive Latino” en un concierto de repertorio antiguo que tuvo a dos integrantes de Café Tacuba como invitados especiales. El esperado lanzamiento en Chile no vino sino hasta la primera semana de julio, cuando el grupo al fin presentó el álbum Hágalo usted mismo y ofreció los conciertos que confirmaron su real rearticulación, con dos fechas consecutivas en Arena Santiago ante no menos de quince mil espectadores en total.
La historia de una de las bandas más importantes del rock nacional ha estado plagada de cambios. Sin embargo es su particular sonido el que se mantiene fijo y los ha diferenciado con éxito del resto de sus contemporáneos.Lucybell tiene su génesis en las aulas de la Facultad de Artes de la Universidad De Chile, en donde el tecladista Gabriel Vigliensoni, el baterista Francisco González, el cantante Claudio Valenzuela y el bajista Marcelo Muñoz estaban estudiando a principios de los 90’. Juntos comenzaron a desarrollar un sonido muy ligado al de bandas británicas como The Cure, Cocteau Twins y My Bloody Valentine.En 1992 logran figurar con dos canciones en el disco Grandes Valores del Under, del sello EMI, pero la falta de un contrato de grabación que les permitiera registrar toda su música duró un buen tiempo. Sólo en 1993 consiguen trabajar con el guitarrista Andrés Bobe de La Ley en su primer disco, pero de manera independiente. Su muerte al año siguiente los obligó a terminar el proyecto con el productor argentino Mario Breuer.Ya tenían su primer disco listo y gracias a la conexión con EMI, este sello edita en 1995 el álbum Peces como parte del "Proyecto del Rock Nacional" que crearon a mediados de los ’90. Sus temas llamaron de inmediato la atención por su cuidado sonido y letras algo vagas y extrañas, pero que se adaptaban perfectamente a la música.
Entre los más recordados se encuentran "Cuando Respiro En Tu Boca", "Vete" y "Lunas".Al año siguiente editan Viajar, que seguía los patrones establecidos en su primer álbum pero esta vez con guiños al trip-hop en temas como "Mataz" y en el que la da título al disco. Este trabajo les significó más exposición, giras internacionales y llegar por primera vez al Festival de Viña en el verano de 1998.Como una consecuencia de ese éxito el grupo sintió que tenía un poco más de libertad para experimentar. Precisamente eso se reflejó en Lucybell (más conocido como el "álbum rojo"), donde se autoprodujeron y donde las tensiones entre sus integrantes quedaron plasmadas en su música más oscura y definitivamente menos comercial.Un nuevo comienzoLucybell como lo conocíamos llegó a su fin en 1999 cuando Gabriel Vigliensoni y Marcelo Muñoz deciden dejar la banda para dedicarse a otros proyectos. Esto, sumado a las pobres ventas de su "disco rojo", gatillaron en el fin de su contrato con EMI y su cambio al sello Warner.Con sólo Claudio Valenzuela y Francisco González como integrantes originales Lucybell inició una nueva etapa cuando reclutan al bajista Eduardo Caces (del grupo La Redención) y editan su cuarto disco, Amanece (2000). Aquí se notó la falta de más integrantes, ya que el grupo simplificó un poco su sonido, algo que quedó muy claro en temas como "Luces No Bélicas" y "Milagro".Entre 2000 y 2004, año en el cual editan el más rockero Lúmina, la banda estuvo involucrada en diferentes proyectos. En 2001 graban su primer DVD en vivo titulado Sesión Futura que incluía una canción nueva, "Sálvame La Vida". El grupo también grabó temas para los discos tributos a Violeta Parra, The Police, Soda Stereo y Los Prisioneros, demostrando su versatilidad musical. Además componen "Ver El Fin", tema principal de la película chilena Sangre Eterna.Con la clara intención de internacionalizar definitivamente su propuesta y sintiendo que ya no podían lograr mucho más aquí, el grupo toma una lógica decisión y decide radicarse en Los Angeles, California en 2003, lo que les permitió girar más seguido por esa parte de Estados Unidos y México. Al año siguiente vuelven a tocar en Chile con el ya mencionado Lúmina y todo seguía su curso normal, hasta que sorpresivamente en mayo de 2005 Francisco González anunció que dejaba el grupo para concentrarse en un trabajo solista que ya había esbozado en 2002 con su disco en clave electrónica, Óvalo.Pero tal como había sucedido seis años atrás, Lucybell como banda tenía que continuar. Valenzuela y Caces reclutan al baterista Cote Foncea, del grupo Dracma, y emprenden otra nueva etapa que los tuvo de gira a fines de 2005 por toda Latinoamérica y Estados Unidos, teloneando a bandas como Weezer en México.
La nueva formación hizo su estreno oficial en Chile en noviembre de ese año logrando una excelente recepción de parte de sus fans. En abril de 2006 editan su primer álbum con esta alineación, Comiendo Fuego.Un año más tarde celebraron sus 15 años de trayectoria con dos espectaculares conciertos en el Teatro Teletón y a mediados de 2007 dejan Warner para formar parte del sello El Escarabajo, para en noviembre del mismo año lanzar el rockero Ep Primitivo, el que presentaron el 16 de noviembre en el Teatro Caupolicán.Lucybell se sigue moviendo y nosotros seguimos observándolos
Chancho en piedra es un grupo musical funk, de gran fama y prestigio en Chile y en América Latina, conocido por sus letras hilarantes y criollas.HistoriaSe conocieron en el colegio Manuel Arriarán Barros (Don Bosco) de la comuna de La Cisterna, ubicada al sur de Santiago de Chile. Lalo y K-Vzón eran conocidos desde la educación pre-básica, Toño se encontraba cuatro cursos más arriba, mientras Felipe sólo se encontraba tres cursos más arriba.El nombre del grupo es referencia al condimento Chancho en piedra.Es común entre los fans del grupo llevar un chancho (cerdo) de plástico, un juguete antiguo de manufactura chilena, a los conciertos del grupo, el que fue adoptado por el conjunto como mascota oficial y es llamado Juanito.El grupo se inició oficialmente el 1º de Mayo de 1994.En el año 1995, Chancho en piedra lanza su primer disco titulado Peor es mascar lauchas. El nombre del disco viene de un dicho chileno, parecido a “Peor es nada”. Este disco incluía los temas Sinfonía de cuna, Socio, Chancho, Frito y Guachperry. Este último, fue el tema más conocido del grupo, que los llevó a la fama.En el año 1997, lanza su segundo disco: La dieta del lagarto, en el cual se destacó un notable progreso en calidad en comparación con su disco anterior.Este disco incluía los temas Hacia el Ovusol, Edén, Da la claridad a nuestro sol y Viejo diablo. En mayo de ese año, la banda es invitada a participar del Festival Rock al Parque en Bogotá, Colombia. La presentación de “Chancho en Piedra” fue una verdadera sorpresa para los 80.000 asistentes que vieron presentarse a la banda durante tres días seguidos en dos escenarios distintos (única banda invitada en presentar su show tres días seguidos).Hacia el año 1998, luego de haber conseguido nuevo sello discográfico, lanzan su tercer disco: Ríndanse terrícolas. Que incluía el tema Locura espacial, famoso debido al cambio de milenio, Yakuza, Volantín, quizás el más famoso de la banda. En este disco, Chancho en piedra implementa nuevos ritmos como Reggae, Salsa y música Disco. Es el disco más vendido de la banda.El año 2000, lanza Marca Chancho, el cual tiene una calidad superior en la grabación que los otros discos, e incluía temas que “escupían” en contra de la sociedad y llamaban a formar algo mejor. Cosa que se ve en los discos anteriores, pero en una forma más indirecta.Este disco incluye los temas El Curanto (Cover de un tema del sur de Chile), Eligiendo una reina, Lophophora, Hermanos Marranos y Historias de amor y condón. Este disco les abrió el camino en el mercado internacional.Hacia el 2002, lanzan el quinto disco de su carrera. El tinto elemento. Éste incluía temas como El impostor, Animales disfrazados, Invitación, Niño Peo y Porque el chileno es así, el cual, también apelaba la actitud del chileno tipo, y hace un llamado a la conciencia, para llegar a realizar un cambio de actitud, y dejar de ser mediocres e idotas en cada actuar de la vida.En el año 2003, Chancho en piedra cumple diez años. Por este hecho, lanza el disco Chancho 6, un disco doble y grabado en vivo, en el estadio Víctor Jara (ex Estadio Chile).Como artistas invitados, aparecen integrantes del grupo de música La sonora de Tommy Rey. En este disco se saca lo mejor de cada uno de los discos anteriores, destacándose Chancho (himno de los hermanos marranos, denominación dada a los fanáticos del grupo), Eligiendo una reina y Volantín entre otros. El concierto fue grabado y lanzan en 2004 su primer DVD, llamado también Chancho 6El 3 de diciembre de 2005 la banda lanza su séptimo álbum llamado “Desde el Batiscafo” el en velódromo del Estadio Nacional. El disco fue grabado en Isla Negra y contiene temas como Multi-ricachón, La telaraña, La vida del oso , Ska del peral y AlmacénIntegrantesEduardo Ibeas Alias: “Lalo” - VozLeonardo Corvalán Alias: “Toño” - BateríaPablo Ilabaca Alias: “K-V-Zón” - Voz, guitarra y tecladoFelipe Ilabaca - Voz y bajo.
claudia y andrea se conocen desde tercero basico y bueno como todas las personas han tenido algunos problemas pero han sabido solucionarlos y un consejo para todos no discutan por cualquier cosa porque despues se pueden lamentar xD